Como decía en este artículo, creo que el coaching no existe como práctica profesional homogeneizada. Ahora añado que, por otros motivos, tal vez no debería hablarse de una especialización para adolescentes.
Hace tiempo vengo realizando coaching para adolescentes aunque no lo he ofrecido como un servicio de forma explícita.
Después de más de un año he llegado a la conclusión de que no existe el coaching para adolescentes. Al menos el mío. Porque no debe ser realmente diferente del que hago con adultos, siempre teniendo en cuenta que cada proceso es distinto. Si aplico las mismas normas, consigo resultados dispares con cada cliente y los adolescentes son, cada uno, un cliente distinto.
Si tienes un hijo o una hija que te está pidiendo a gritos comprender sin que lo dirijan, contacta conmigo.
Creo que uno de los problemas a los que se enfrentan los niños y jóvenes es que se les trata como niños y jóvenes más que como personas. Claro que son niños y jóvenes, pero también son personas. Es más, ante todo son personas. Tienen unas características que los diferencian de los adultos, pero son tan diferentes como lo es una persona de 25 de otra de 50. Mi trabajo con adultos es ayudarles a escucharse y provocar un pensamiento diferente que les ofrezca nuevos recursos internos y nuevas opciones, más sabiduría sobre sí mismos y más capacidad de observación de lo que los rodea. Con los jóvenes es exactamente igual.
El Coaching Realista® es un proceso que confía en la persona y la respeta. Acepta sin fisuras su forma de ver el mundo y se lo muestra. Acuerda un interés y dirige la conversación hacia el aprendizaje desde la generación de pensamientos diferentes y la observación.
Por ejemplo, no creo que el coaching con menores deba estar inicialmente orientado a que conozcan sus emociones más de lo que sucede con los adultos, porque cuando eso es lo que necesitan, aparece en el proceso de forma natural. Por lo tanto, no es diferente.
El Coaching Realista® servirá a cualquier persona, de cualquier edad, para aprender sobre sí mismo.
Tampoco es el lugar para educar. Yo no soy padre de mis clientes. Si un chaval recibe educación dentro de un proceso de coaching, no está recibiendo nada diferente y, por lo tanto, le resultará tan útil o inútil como lo que ya estaba haciendo fuera del coaching. La educación en valores le vendrá de sus padres y la formación académica de su escuela.
El Coaching Realista con jóvenes y adolescentes les servirá para comprender mejor lo que les rodea desde su propio proceso de comprensión. Yo seré un turista en su propia vida con mucha curiosidad por conocer todos los aspectos de sus motivaciones, intereses, motivos y acciones. Desde mi curiosidad ellos aprenderán, porque ellos son los únicos expertos en su vida. El Coaching Realista es un acelerador del aprendizaje de vida.
He creado un curso de Coaching Realista para Padres y para Docentes y he escrito “El arte de educar para ser” para que los adultos ayuden a los niños a ser ellos mismos. El Coaching Realista para adolescentes es exactamente eso, una oportunidad para que los chavales descubran el mundo con sus ojos y que esos ojos sean multiobservadores, capaces de ver más de lo evidente, más de lo que ya ven y más de lo que otros les enseñan.
Si tienes un hijo o una hija que te está pidiendo a gritos comprender sin que lo dirijan, contacta conmigo.
Ofrezco el servicio de coaching con personas a partir de 12 años, porque también merecen la oportunidad de descubrir lo que son y lo que quieren; para qué hacen lo que hacen y qué quieren hacer para ser la mejor versión de sí mismos.
El Coaching Realista se puede practicar en persona, por teléfono o por Skype.
Gracias por compartir en las redes sociales y por comentar. Me ayuda a dar más visibilidad a mi trabajo.