El mes de septiembre ha sido intenso. Tanto, que he vivido momentos complicados en mi vida personal y, sobre todo, falta de tiempo para dedicar a las personas que quiero. Han sido varios talleres en poco tiempo, algunos requerían más preparación que otros y todos eran muy importantes.

Quiero compartir por qué ha merecido la pena un comienzo de año lectivo tan estresante.

Siempre digo que hago mi trabajo pensando en los chavales y que los adultos (profesores o padres) que atienden en los talleres no son mi foco, sino sus hijos o alumnos. No me importa molestar a la audiencia si con eso consigo provocar cambios que sirvan para mejorar la vida de los chavales.

En este mes he estado en varios centros y en todos he pedido opiniones sobre los talleres. En algunos he vuelto algunos días después y hemos tenido la oportunidad de compartir experiencias reales.

El comentario que más me gusta oír es que lo aprendido se puede aplicar de verdad con los chavales, esto lo escuche en La Ciudad Escuela de los Muchachos, donde los educadores querían herramientas para ayudar a los chicos a tomar las riendas de sus vidas. A ellos les ofrecí la versión para profesionales del curso «¡Háblame!» y les encantó. Vimos teoría, ejemplos reales e hicimos simulaciones, sus comentarios fueron que las técnicas son prácticas, aplicables y útiles de verdad.

También estuve en un colegio dos días de dos semanas distintas y allí me contaron cómo habían aprovechado lo aprendido para el aula. Fueron tantas cosas que decidí anotarlas:

Y no sólo he compartido tiempo con tutores y docentes, también he estado todo el fin de semana con madres. He compartido 11 horas con ocho madres comprometidas con sus hijos que han asistido al curso «¡Háblame!» de septiembre. La modalidad intensiva ayuda a vivir el curso de una forma especial y ellas también me dieron su opinión:

También he recibido un par de correos electrónicos que su autoras me ha permitido hacer públicos.

Mensaje de Marisol:

Hoy es lunes y, después del fin de semana con Carlos y mis compañeros con los que compartí el curso “Háblame”, mantengo firmemente la convicción de la importancia de la comunicación con nuestros hijos y de que este camino con ellos siempre puede mejorarse.


Un curso de conocimiento y autoconocimiento en la comunicación, de acciones concretas desde la sinceridad y la coherencia con nosotros y con ellos, de dinámicas dirigidas por el amor que les tenemos y de un compartir lleno de honestidad. Carlos nos llevó a ser conscientes de lo que hacemos, cómo lo hacemos y para qué.

Algo está cambiando y esto orgullosa de formar parte de ese cambio.

Marisol de San Teodoro Recio.
Coach Emocional, Sistémico Familiar y Educativo


Mensaje de Sonia:

¿Con qué me he quedado? Pues verás, me encanta estar con mis hijos, contemplarlos, observar su comportamiento, escucharles. Y entrar en una conversación con ellos sin presunciones, sin corsé, preguntando sin creer conocer la respuesta para ver que piensan, sienten y quieren de verdad, me parece una aventura impresionante. 

Ayer, al volver del colegio, comentábamos la mañana. El pequeño de 6 años, hasta este año tenía muy claro lo que quería ser […] pero el mayor  no lo tiene tan claro, y ayer me dijo esta frase:

» no sé mamá, estoy tan contento en mi infancia que no me imagino de adulto»

Lo dijo riendo pero en serio. Me sentí feliz. La infancia son las raíces que le sostendrán siempre, pero la afirmación era un filón para conversar, para indagar en cómo se veía él, para darle las alas que necesita para volar.

 Te tenía presente en ese momento. 

Hubiese sido tan fácil haberle convertido en médico, casado, con un niño y una niña monísimos y con un chalecito no muy lejos de mami. Pero no, sólo le dije » ¿en serio?¿no sabes cómo te ves de adulto? Genial» Y nos reímos. Ahora, como en El Principito, le he dibujado una caja y él puede meter dentro el corderito que quiera y no el que yo le doy.

Sonia J.

Y lo más impactante no lo quiero compartir porque aún no he pedido la autorización a la protagonista. El caso es que alguien ha vivido un gran momento cuando su hijo/a le ha pedido hablar y han tenido una conversación que llevaba esperando mucho tiempo. Como digo, me resulta realmente impactante saber que estas cosas suceden y, ahora que el/la protagonista lo ha vivido, seguro que piensa que no era tan complicado, sólo tenía que toca la tecla adecuada.

Agradezco mucho los comentarios y valoro enormemente que lo que hago sea realmente útil. Me emociona pensar en esos chicos que van a tener la oportunidad de crecer con menos barreras.

Es por esto que ha merecido la pena tanto esfuerzo.

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Gracias por compartir en las redes sociales y por comentar. Me ayuda a dar más visibilidad a mi trabajo.

Un comentario

  1. Esta tarde hemos finalizado el curso online, que sin duda es la mejor opción para muchos de nosotros. Carlos es fantástico en su trabajo, con esa «empatía controlada» que tiene, logra transmitir que lo más importante es aprender a cuestionarnos todo, incluidas las conversaciones con los hijos. Te ayuda a abrir tu mente, a controlar tus enfados, y a escuchar a los hijos, no para estar de acuerdo con ellos, sino para saber su opinión, desde el respeto. Buenísima la teoría aportada, ahora nos falta el rodaje, ponerlo en práctica, hasta que hagamos un hábito de ello. Gracias Carlos, buen trabajo. Nos vemos en un mes en la plataforma.

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