Si descartamos que tenemos dentro una energía mística que nos permitiría llegar a ser presidente del Santander en siete días, aunque contáramos con el mejor coach, es el momento de hablar de objetivos realistas.

Para poder alcanzar nuestra meta tienen que darse ciertas circunstancias, una de ellas es que la meta sea alcanzable.

Una vez que hemos puesto los pies en la tierra, es momento de despegarlos un poco porque no estoy diciendo que no soñemos con grandes metas, esto es hermoso y no sólo es válido, también es necesario.

Los grandes objetivos, las ilusiones que nos motivan cada día, deben estar lejos. Ser nuestro horizonte. ¿Alguna vez haz conseguido llegar al horizonte? Imagino que no, pero te hace saber dónde estás y hacia donde quieres ir.

Dejando de lado estas metáforas y centrándonos de nuevo en lo realista, vamos a soñar con objetivos imposibles. Ponte una meta que realmente te hiciera sentir que estás donde quieres, no importa que no lo veas posible.

Una vez que sabes dónde quieres estar, con tu coach puedes ver qué realidad te rodea a ti y a tu sueño.

Y aquí se plantea una de las primeras cuestiones relevantes del coaching: ¿Necesitas un coach para esto?

“Necesitar” es una palabra que no me termina de convencer, mejor digamos que te ayudará, te acompañara y servirá de apoyo. Es una ayuda porque el coach:

Y una de las cosas más importantes: si te dejas llevar por el proceso y confías en el coach, conseguirás averiguar qué hay detrás de ese objetivo. Tal vez no sea alcanzable tal y como lo planteas, pero puede que sí consigas las mismas recompensas de otra forma.

Resumiendo, el coaching no te permitirá lograr metas imposibles (por hermosas que sean) pero hay destinos a los que piensas que no puedes llegar y que sí están a tu alcance.

Habla con tu coach sobre tus sueños sin censurarlos y trabaja con él la forma de alcanzarlos.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *