En un proceso de coaching, puede ser que descubras nuevas formas de ver las cosas.
Por ejemplo, en el caso de que pienses que nadie te apoya o que sientas que no puedes confiar en tu equipo, es posible que descubras que eso te está permitiendo asegurar que el trabajo se hace como tú quieres que se haga.
Mirar desde otro punto de vista te aportará más información, aunque es posible que lo que veas en ese caso se parezca más a que tú no les estás dejando que te ayuden. Es posible que tengas que decidir entre hacerlo todo o arriesgarte a que otros se equivoquen por ti.
O puede que decidas que es como deben ser las cosas. O que sólo quieres cambiarlas parcialmente.
La información la has encontrado tú y qué hacer con ella es decisión tuya.
¿Y qué sucede cuando ese nuevo punto de vista lo adquieres en torno a ti mismo? Cuando un ejecutivo que quiere mejorar su capacidad de venta descubre que el problema es que no se cree el producto que está vendiendo ¿Habría sido mejor para él no saberlo?
Si miras detrás de las montañas sabrás qué hay detrás de las montañas, indistintamente de lo que tú quieras que haya detrás de las montañas.
En un proceso de Coaching Realista Centrado en la Persona verás cosas nuevas, lo que el proceso no te garantiza es que lo que veas sea lo que esperabas.
Puedo cruzar el horizonte y ver las montañas desde el otro lado. Igual los arboles son diferentes. En mi situación es preferible seguir haciendo el trabajo por mi cuenta.