Las personas desarrollan todo su potencial cuando hacen las cosas porque quieren, no porque deben.

Sea lo que sea lo que una persona quiere conseguir, debe estar relacionado con sus motivaciones auténticas para desarrollar su máximo potencial. Asociar el qué con el para qué es crítico para alcanzar la excelencia en el desarrollo y el desempeño.

Cualquier objetivo que no se está alcanzando, es posible que tenga detrás una emoción contraria. A veces, identificar los motivos legítimos de la persona para no alcanzar la meta es el paso previo imprescindible para alcanzarla.

Una persona puede comenzar un proceso de coaching con el fin de alcanzar un objetivo específico, alcanzar una emoción o abandonar una emoción.

En el caso de que el objetivo sea específico, es clave identificar qué emociones se quieren alcanzar y qué emociones limitan a la persona para alcanzarlo. Por lo general, la única razón que impide que una persona alcance su meta es la motivación. Relacionar el qué con el para qué determinará el éxito del proceso.

Cuando el objetivo expuesto es alcanzar o abandonar una emoción, el coach ayudará a la persona a averiguar qué debe hacer para alcanzar o abandonar esa emoción.

Si una persona quiere liderar un equipo y no lo está consiguiendo, deberá averiguar qué estado emocional desea alcanzar y que estados emocionales le están impidiendo conseguirlo.

Si una persona quiere dejar de fumar, debe comenzar por saber para qué quiere dejar de fumar y qué soportes emocionales apoyados por acciones concretas le servirán para conseguirlo.

Si una persona quiere mejorar su relación con otra persona (en el trabajo o en su vida personal) debe averiguar qué emociones le están impidiendo aceptar a esa persona y relacionarse adecuadamente.

Si un profesional quiere desarrollar nuevas habilidades, la mejor manera será encontrar el estímulo interno que le ayude a desarrollarlas. Un ejecutivo en un nuevo puesto, desarrollará mejor sus nuevas funciones cuando sepa qué le motiva a hacerlo, por encima de la teórica obligación impuesta por su nueva posición.

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