Creer que lo imposible es posible, ayuda a descubrir. Si ya piensas que no es posible, no descubrirás estas nuevas opciones.
Carlos Melero
Esto sucede en la vida profesional y en la personal. Partiendo de la base de que los profesionales son personas y que las personas son las que hacen profesionales, los criterios son los mismos.
Si desde un principio pensamos que no podremos con un nuevo puesto, o que nunca podremos dirigir bien una reunión, hablar en público, tomar la decisión correcta, educar a nuestros hijos, encontrar nuestro futuro ideal, sentirnos bien con el día a día…. Entonces nunca podremos hacerlo.
El primer paso es permitirnos pensar que es posible y desde ahí ver qué sucedería, qué puertas se abrirían, qué nuevas vivencias nos esperan. En ese espacio que es la sesión de coaching, donde se nos permite hablar de verdad sobre un futuro ideal, pueden aparecer nuevas posibilidades en forma de nuevos futuros o en forma de nuevos caminos para alcanzarlo.
Hay que vivirlo para ver cómo se pueden llegar a conclusiones tremendamente sencillas, pequeños pasos que nos acercan a nuestra meta, opciones que parecía que no estaban.
Si durante un momento te permites pensar que sí es posible ser respetado por tu equipo de trabajo, el coach te ayudará a descubrir qué significa eso, cómo será el día a día, como cambiarán tus relaciones personales con los colaboradores… y es posible que encuentres alternativas para conseguir eso mismo y el respeto termine llegando como consecuencia.
El método de Coaching Realista Centrado en la Persona ayuda al profesional y a la persona a explorar ese mundo futuro, esa situación ideal. El coach explora las emociones y los mensajes de la persona para ayudarle a ver qué es realmente importante para él y qué implica alcanzar esa meta. El coach ayuda a la persona a ponerse en el lugar del otro y comprender para tomar información.
Hay que vivirlo para verlo. La potencia de un paseo libre de limitaciones por el mundo futuro es enorme. Sobre todo si te acompaña un explorador profesional.