Este verano tomé la decisión de dejar de presentarme como coach y comenzar a utilizar otra forma de hacerlo. Fue a raíz de tomar esta decisión cuando me desligué de lo que la palabra «coach» está arrastrando y entonces dejó de importarme identificarme con ella. Porque yo no soy esa palabra. Así que me sigo presentando como coach. Por ahora.

Esto es porque me siento coach, pero creo que lo que muchas personas definen que es el coaching no encaja con lo que yo descubrí en su momento.

De una parte, la imagen de lo que es un coach está tan enturbiada que me disgusta con qué me pueden llegar a identificar. De otra parte, soy coach. Y lo era antes de saber que eso existía, porque lo que descubrí en su día sobre el coaching encajaba con lo que llevaba mucho tiempo defendiendo y necesitando en mi vida.

Yo soy un amante de la excelencia en la comunicación. Creo que el 95% de nuestra conducta es inconsciente y que nuestras limitaciones están ahí para protegernos.

Creo que las personas nos comunicamos mal y que lo mejor que le puede pasar a alguien es encontrar un interlocutor que lo escuche sin juzgarlo y le ayude a desarrollar su pensamiento por medio del lenguaje.

Creo que el impacto de las palabras es muy alto, aunque no nos demos cuenta de ello y que mimarlas produce grandes resultados por medio del desbloqueo de pensamientos. En una conversación poderosa, aparecen nuevas ideas y potentes conclusiones que siempre estuvieron en nuestra cabeza pero no dejábamos salir.

Eso es coaching. Eso es coaching para mí. Este es mi coaching.

No me molesto en decir lo que no soy como coach, porque son muchas cosas.

P.D: Quiero agradecer a Carme Fernandez su artículo sobre la profesión de coaching porque me ha dado el empuje que necesitaba para publicar esto.

Un comentario

  1. Gracias Carlos por ayudarme a difundir el derecho a que nos conozcan como realmente somos, como coaches profesionales, y no como coaches de pacotilla o super-motivators.

    La imagen que se está dando del coaching es completamente desvirtuada y no nos ayuda, pero estoy segura que con el tiempo cada uno estará en su sitio. Si seguimos así lo lograremos.

    Un abrazo fuerte
    Carme

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