Necesitamos lo que ya sabemos para poder comprender y avanzar. Cuesta mucho interactuar con algo totalmente nuevo y que no encaja con nada que conozcamos.
Igual que nos resulta complicado imaginar un animal que nunca hemos visto o desenvolvernos en una ciudad que no conocemos, es difícil adentrarnos una realidad que no imaginamos incluso en el caso de que esté ahí y nos rodee.
Puede resultar complicado explicarle a un pez lo que es el agua de la misma manera que nosotros sabemos que el aire está ahí porque lo sentimos al movernos pero normalmente no lo percibimos.
Constantemente estamos moviéndonos en un mundo del que no somos conscientes.
La capacidad de observación desarrollada durante el proceso de coaching se utiliza para tomar conocimiento de cosas que suceden a nuestro alrededor y en nuestro interior, de las que antes no éramos conscientes.
Si sabemos que podemos, que la solución está ahí, y somos incapaces de verla; parece claro que el siguiente paso es asumir que algo hay que no estamos viendo. Por eso es importante asistir a las sesiones de coaching con la mente abierta y dispuestos a mirar donde parecía que no había nada.
Hay que estar dispuestos a cuestionarnos lo que creemos que es cierto. El coach nos ayudará a navegar por aguas de incertidumbre.
Dudar de lo que nos parece evidente nos abrirá nuevas puertas hacia nuevas soluciones.
Jugar a encontrar distintas explicaciones a una misma situación, argumentos a favor y en contra de discusiones que hemos tenido, cuestionar las opiniones sobre nosotros mismos… Todo esto es necesario en un proceso de coaching. Será el coach quien identifique que parte de nuestros argumentos puede estar sujeta al cuestionamiento. Esta identificación la realizarán por medio del análisis del argumento en sí y de las emociones transmitidas a la hora de expresarlo.
El coach es un experto en percibir lo que nuestro inconsciente cuestiona pero no nos está dejando ver.
La persona se puede apoyar en el coach para encontrar estos puntos débiles y para moverse por este mundo desconocido que puede abarcar hechos, opiniones y emociones.
Una conversación de Coaching se sabe cómo empieza pero no cómo acaba.