Por lo general, las cosas se piden porque tenemos una necesidad que debe ser satisfecha. Si no ¿Para qué se piden?

Esto es fácil de comprender cuando se pide un vaso limpio en el restaurante, pero igual no es tan obvio cuando le pido a mi pareja que no deje las cosas por el suelo.

¿Para qué necesito yo que recoja la ropa? Si no me importara, no se lo pediría. Por lo tanto, tal vez no sea tan evidente el motivo. Si a mí no me importara que dejara la ropa en el suelo, no tendría que pedirle que lo recogiera.

Si se lo pido sin más, sería una exigencia injustificada. Si ella lo ha dejado ahí, será porque para ella no es importante. Pero si se lo pido, es porque sí lo es para mí.

¿Cómo puedo juntar todo esto?

Tal vez expresando qué hace que para mí sea importante que recoja la ropa. Es decir, por qué su acto provoca en mí una necesidad. No será tan obvio como parece cuando ella no deja la ropa tirada sólo por molestarme (supongo) y aun así, para mí supone un problema.

Y no se trata de hacer responsable a la otra persona de lo que me pasa. No se trata de decirle que me enfada que lo haga, a eso le sigue faltando información. Yo no me enfado por que deje la ropa allí, me enfado porque según mi sistema de necesidades, valores, creencias… eso genera en mí una incomodidad y por tanto,  una necesidad (que lo recoja).

Comunicarse en esta forma puede ser complicado: “Cuando dejas la ropa en el suelo siento que la casa queda desordenada y yo necesito vivir en una casa con orden para estar a gusto. ¿Podrías recogerlo?” Parece una conversación poco natural y aun así creo que, sólo con pensar en que las cosas son así, podría ayudar a suavizar la situación. Si yo tomo conciencia de que el problema no es que tire la ropa, sino cómo es eso de importante para mí, por qué y qué necesito, igual consigo reducir la carga de exigencia y aparece más la simpatía (o empatía).

Se me ocurre que en una primera etapa, pasaría de decir “¡Tía!, no seas desordenada” a decir “Me siento incómodo con la ropa tirada ¿Podrías recogerla?” Esto no es algo tan “rococó” como el ejemplo anterior e incluye mis sentimientos y una petición clara.

Podría funcionar mejor lo segundo que lo otro ya que lo primero es una orden, lo segundo es una explicación y una petición.

Tal vez… pensando de esta manera, algunas ordenes se conviertan en peticiones justificadas sin esfuerzo.

Tal vez.

2 comentarios

  1. Es decir que al hacer una petición , es importante que se tenga la información necesaria , tanto quien la hace , como el que la reciba ,cuando existe ese terreno en común de entendimiento fluyen las acciones , estamos hablando de un acto sencillo como tirar la ropa . En las diversas acciones que hacemos en el día , sencillas , complicadas , estamos siempre interactúando y asumimos cosas , y consideramos que cierta información no es necesaria , eso por un lado y por la otra , se requiere para que fluya el entendimiento descubrirnos día a día y aflorar la información necesaria , que muchas veces esta en el inconsciente y no sabemos como y porque esta allí , y su utilidad.

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