Cuando actúo sin considerar mis propios criterios, estoy siendo quien no quiero ser. En mi desarrollo personal he descubierto que para actuar en conciencia, primero necesito saber cuál es mi conciencia. Observar desde la tranquilidad aquello que me disgusta o me inquieta me ha permitido conocer mis motivaciones. Desde ahí, he podido actuar de forma distinta o mantener mi comportamiento siendo honesto conmigo mismo.

En mi caso, el principal origen del remordimiento o el malestar aparentemente injustificado ha estado en actuar en contra de mi criterio sin saber que lo estaba haciendo.

Nunca podré hacer lo que creo que se debe hacer si no sé qué es lo que creo que se debe hacer.

Cuando hice propias las motivaciones inculcadas sin contrastarlas con las mías, actué como no quería actuar sin saber qué estaba yendo en contra de mi conciencia. Eso provocó malestar en mi vida sin saber qué estaba sucediendo y por tanto sin poder solucionarlo.

Una conversación interna o potenciada por un coach permite descubrir qué es lo que realmente nos motiva, cuáles son nuestros auténticos valores. Para eso es necesario que la conversación esté libre de limitaciones, el coach ayuda a eliminar estas limitaciones, permitiendo a la persona pensar más allá de lo que considera evidente y descubrir lo que no conocía sobre sí misma. Aunque en este caso más que descubrir se trataría de aceptar.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *